La azitromicina es utilizada para tratar infecciones del tipo: bronquitis; neumonía; y enfermedades de transmisión sexual. Además, la azitromicina ha sido utilizada de manera segura y efectiva para el tratamiento de infecciones pediátricas entre las cuales se encuentran: faringitis y amigdalitis, otitis media, infecciones del tracto respiratorio e infecciones de la piel y otros tejidos blandos.