Tamiflu (Oseltamivir) es un medicamento que se usa para tratar la gripe (influenza). Pertenece al grupo de fármacos llamados bloqueadores neuraminidasa. La neuraminidasa es una proteína del virus de la gripe muy importante para que éste pueda reproducirse y expandirse. Tamiflu bloquea esta enzima en los virus de la gripe de tipo A y B.
Tamiflu (Oseltamivir) es un medicamento que se usa para tratar la gripe (influenza). Pertenece al grupo de fármacos llamados bloqueadores neuraminidasa. La neuraminidasa es una proteína del virus de la gripe muy importante para que éste pueda reproducirse y expandirse. Tamiflu bloquea esta enzima en los virus de la gripe de tipo A y B, y por consiguiente limita que la infección se propague en el organismo. Gracias a Tamiflu, el sistema inmunológico puede atacar efectivamente al virus, y sus resultados pueden verse en un período corto de tiempo.
Las infecciones causadas por el virus de la gripe suelen ir acompañadas de una fiebre alta, tos y una debilidad total del sistema inmunológico. El organismo sufre combatiendo el virus de la gripe, y a las personas con un sistema inmunológico débil, como los ancianos, niños o personas con enfermedades graves tienen más posibilidades de contraer la gripe. En algunos casos, la gripe puede desencadenar un final fatal para la persona que la contrae.
La gripe es un virus con alto riesgo de contagio y que puede ser fácilmente propagado entre la población. El virus de la gripe aviar corre el riesgo de mutarse y contagiar a las personas, lo cuál podría desencadenar una epidemia a nivel mundial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para estos casos el uso de Tamiflu como una medicación válida para aliviar los síntomas de la gripe hasta que se pueda encontrar una vacuna efectiva.
¿Es Tamiflu adecuado para niños?
Tamiflu (Oseltamivir) es un medicamento no recomendado par niños menores de 12 años. Se recominda únicamente el uso de Tamiflu en aquellas personas adultas que presenten los síntomas de la gripe.
Reacciones adversas
Se han reportado los siguientes efectos secundarios tras la toma del fármaco: náuseas, cefalea, bronquitis/bronquitis aguda, infecciones tracto respiratorio insomnio, rinorrea, tos, vértigo, vómitos, dolor abdominal, diarrea, dispepsia, mareo, cansancio, dolor. En niños: vómitos, diarrea, neumonía, sinusitis, bronquitis, otitis media, linfadenopatía, asma (y empeoramiento), epistaxis, náuseas, dolor abdominal, conjuntivitis, trastornos el oído y de la membrana timpánica, dermatitis, rash, eccema, urticaria, edema angioneurótico, reacciones de hipersensibilidad, incluyendo reacciones anafilactoides, así como casos con una frecuencia rara de trastornos graves de la piel, incluyendo el síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica y eritema multiforme. Además, se han notificado trastornos del sistema hepatobiliar, incluyendo hepatitis y aumento de las enzimas hepáticas en pacientes con enfermedad pseudogripal. Durante el tratamiento con el fármaco se han notificado convulsiones y trastornos psiquiátricos tales como disminución del nivel de consciencia, alteraciones del comportamiento, alucinaciones y delirio. Estos síntomas también se han presentado en pacientes sin tratamiento. La EMEA no ha establecido ni ha descartado que exista relación entre estos hechos con el consumo de oseltamivir, y aunque en algunos casos se han detectado trastornos psiquiátricos se mantienen las mismas recomendaciones de seguridad con el fármaco.